El Mundial olvidado de Los Pumas: derrotas, grietas y una reconciliación inesperada

Alejandro Petra y Ricardo Paganini, juntos después de 30 años. Dos verdaderos caballeros del Rugby. Crédito: LichiNews

A días de cumplirse tres décadas de la participación argentina en el Mundial de Rugby de Sudáfrica, resurgen anécdotas y recuerdos de un torneo que marcó al seleccionado. Entre derrotas, tensiones y estilos contrapuestos, la relación entre los entrenadores Ricardo Paganini y Alejandro Petra dejó huella en la historia de Los Pumas.

En 1995, Los Pumas llegaron a Sudáfrica para disputar el tercer Mundial de Rugby de su historia. El resultado repitió la tendencia de las dos ediciones anteriores: tres partidos jugados, tres perdidos. Sin embargo, más allá de las estadísticas, aquel torneo dejó historias que todavía hoy se recuerdan, a treinta años de distancia. Una de ellas fue la relación —o más bien, la tensión— entre los entrenadores del seleccionado argentino: el rosarino Ricardo Paganini, ligado al Jockey Club de Rosario, y el mendocino de nacimiento y tucumano por adopción Alejandro Petra, referente de Tucumán Rugby.

La “leyenda Puma” sostiene que desde el primer día surgieron diferencias en la forma de ver el juego. Paganini y Petra no compartían la misma concepción rugbística, lo que derivó en disputas sobre la conformación del equipo y el estilo de juego a proponer.

El periodista Frankie Deges, quien cubrió aquel Mundial para medios como Buenos Aires Herald, recordó en diálogo con LichiNews:

“Ese Mundial tuvo una particularidad: un pack de forwards dominante que estaba desconectado de los backs. Eso era claramente el reflejo de la relación rota entre los dos entrenadores y sus distintos estilos de juego. La ironía es que el puesto de medioscrum lo ocupó el rosarino Peto Crexell, que arrastraba una lesión en la pierna, lo que favorecía el juego que proponía Petra. En cambio, el estilo que prefería Paganini lo podía haber aportado Agustín Pichot, quien no salió del banco en ninguno de los tres partidos”.

El libro “Ser Puma”, de Jorge Búsico y Alejandro Cloppet, también registró aquellas tensiones:

“Petra y Paganini no tenían experiencia trabajando juntos y, desde el arranque, se percibió una lucha de poder entre ambos. El juego que proponía cada uno de ellos era radicalmente opuesto en su concepción del rugby”.

Tres décadas más tarde, el tiempo logró lo que parecía imposible. LichiNews accedió a una foto inédita en la que Paganini y Petra aparecen juntos, compartiendo un abrazo cordial. Puede que sigan pensando distinto en cuestiones de rugby, pero la caballerosidad y el paso de los años superaron viejas diferencias.

Quedará para la leyenda si, en aquel ascensor del hotel donde se alojaba el plantel en Sudáfrica, hubo algo más que una discusión sobre quién debía jugar, cómo hacerlo y qué estilo imponía el futuro de Los Pumas.

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